I LOVE MADRID



Madrid es conciliadora y abierta. Apresurada, moderna, y a la vez castiza y popular. Ciudad muy del diecinueve,a pesar de su origen  medieval- árabe para más señas-,en ella abunda el eclecticismo arquitectónico. Del neoclasicismo, al neorrenacimiento y el neo mudéjar, son muchos los "neos" que modelan su personal perfil. A pesar de todo, es una ciudad concebida esencialmente en ladrillo visto, madera y teja por un pueblo sencillo y una nobleza apenas emergente en la vida social de entonces. Una ciudad de humilde arquitectura , apiñada y popular en el Madrid más señero y antiguo, el de los Austrias, barrio en el que se integran  junto a la tradición mudéjar de las iglesias, plazas, casas vecinales y palacios, con la mayor armonía. Con esa sobriedad tan propia del siglo XVII.

No lejos de allí, ciudad respira y se estiliza con un hermoso Palacio Real del siglo XVIII, y las serenas casonas de la Gran Vía, el paseo del Prado y Recoletos.

Madrid propone una de las mayores concentraciones de arte imaginables. Arte en su más pura esencia es lo que destilan las paredes seculares del Museo del Prado, los luminosos salones del Museo Thyssen-Bornemisza y la maciza estructura del Reina Sofía.

 Esta gran urbe se ve recompensada por los jardines y bosques que la rodean,  permitiéndole oxigenarse: el Retiro, el Parque del Oeste, la Casa de Campo y muchos otros.

En Madrid siempre hay sitio para todos, es una cuidad sin un sentido claro de identidad, con una fuerte capacidad de sincretismo cultural. En ella se dan de la mano los cafetines y tascas de toda la vida con los locales más jóvenes y vibrantes, los que pusieron de moda la célebre "movida".

Conviven madrileños y foráneos, la zarzuela y el "heavy metal", Pérez Galdós y Almodóvar, las corralas de vecinos , y la arquitectura inteligente del acero y del cristal.