LA INDIA. EL PAÍS DEL EXOTISMO Y LO MÍSTICO.

JODHPUR: Conocida como la Ciudad Azul, debe su nombre  al color de las fachadas de sus casas, tradicionalmente este color simbolizaba el hogar de los brahmanes o sacerdotes pero la verdad es que han adoptado este color también los que no pertenecen a esta casta. Ya que dicen que el azul refresca las casas y repelen a los insectos. El casco histórico de la ciudad se encuentra protegida por una muralla de 10 km y dominada por el impresionante fuerte de Mehrangarh, sin duda el más bonito del Rajastán.  Construido en su totalidad por mármol encontramos el Palacio Blanco, en su interior podremos ver la historia y  fotografías de los antiguos Maharajás. En el centro neurálgico  de Jodhpur se encuentra la Torre del Reloj y a sus pies el mercado que se instala diariamente en la plaza y en sus calles adyacentes. El Palacio Umaid Bhawan cuenta con 365 habitaciones, construido en el siglo XX y tardaron 15 años en construirlo. El visitante solo tiene acceso al museo, ya que actualmente es un hotel.

UDAIPUR: Es conocida como la “Venecia del Este y la ciudad de los lagos”. Se encuentra a unos 650 kilómetros al sur de la capital, Delhi y está rodeado por las Aravali Mountains. El Palacio de la Ciudad, es el más grande de todo el Rajastán. Repleto de balcones, torres y estupas, llaman la atención las impresionantes vistas del lago que se pueden disfrutar desde él.
En medio del lago Pichola existen dos islas. Una de ellas es la Jagniwas y la otra Jagmandir. En la primera de ellas se construyó, en 1754, un palacio que se convirtió en la residencia de verano del Maharajá Jagat Singh II. Actualmente el edificio no es otra cosa que uno de los hoteles más lujosos del mundo. En la segunda, el Maharajá Karan Singh mandó construir un palacio en el 1620. Se cuenta que fue precisamente aquí donde el emperador Shah Jahan, tras su estancia en él, se inspiró para crear uno de los edificios más bellos de todo el mundo: el Taj Mahal. Pero una visita a Udaipur no supone sólo contemplar y visitar sus palacios. La ciudad tiene mucho más que ofrecer. Como, por ejemplo, el Jagidsh Mandir, uno de los templos hinduistas de la ciudad, creado en 1651. Muy cerca se encuentra el Monsoon Palace, ubicado en la cima de una montaña, parece más un castillo de cuento que lo que realmente es: un palacio abandonado. La naturaleza se ha adueñado del lugar y los monos campan a sus anchas por toda la zona.

RANAKPUR: Se encuentra  el mayor complejo jaimista de la India y uno de los cinco lugares santos de esta religión. Una vez allí, visitaremos el conjunto de santuarios de mármol blanco, todos ellos detalladamente esculpidos con elaboradas tallas, que nos dejarán con la boca abierta. Los templos jainistas suelen estar bastante bien cuidados y para entrar a visitar los templos debemos dejar los zapatos fuera y llevar una vestimenta que cubra brazos y piernas, de echo alquilan túnicas. El templo principal es el de Chaumukha, o también conocido como el Templo de las Cuatro Caras, dedicado a Adinath. Es el más grande de la India y el más bello de esta religión. Fue construido en 1.439 con veintinueve salas, pero lo que más impresiona son las 1.444 columnas que lo sostienen, todas y cada una de ellas diferente.

Dentro del mismo complejo hay otros dos templos, consagrados a Neminath y Parasnath, los cuales también merecen una visita. Y si tenemos más tiempo, podemos encontrar algo más lejos el Templo del Sol o a una distancia de 1 km el Templo de Amba Mata.

ORCHHA: es conocida como el “alma de la India”; está situada a orillas del río Betwa, y se caracteriza por un entorno lleno de vegetación. Es una ciudad llena de templos y palacios. Los siglos XVI y XVII convirtieron a la ciudad en un conjunto arquitectónico de palacios, templos y cenotafios de gran belleza. Entre ellos destacan el palacio de Jahangir; construido a principios del siglo XVII, combina los estilos mogol e hindú y el Templo de Lakshminarayam. Alrededor de la fortaleza fluvial se encuentran más lugares de interés, como el templo Chaturbhuj y varias tumbas monumentales.


VARANASI: Esta ciudad, a pies del río Ganges, es pura espiritualidad. Considerada por los hinduistas 1 de las 7 ciudades sagradas, es un centro de peregrinación, el más importantes ya que todo hinduista debe visitar la ciudad al menos una vez en su vida. Para visitar este lugar es necesario  entender y respetar sus tradiciones, ya que de alguna manera nos puede resultar chocante. Hay algunos lugares para visitar como el Vishwanath Temple,  de color dorado dedicado a Shiva.

KHAJURAHO: no sólo es conocido por los Templos del Kamasutra, en los que podemos ver escenas de gran erotismo, sino también  por ser una zona muy verde, rodeada de ríos y cascadas y por lo bien cuidado que está. Originalmente, había construidos ochenta templos, de los cuales sólo se conservan veinticinco, pero todos ellos de gran belleza. En ellos, podemos ver  cómo lo sensual  es el camino de lo espiritual; como un acto cósmico.Pero en realidad, hay muchas teorías sobre porqué se decoraron los templos con figuras eróticas, algunas hablan de homenaje al matrimonio de Shiva y Parvatti, otros lo ven como método educativo para enseñar a los más jóvenes el Kamasutra o que los amantes servían de protección contra los malos espíritus. Si visitamos la ciudad durante la primavera, podremos asistir al festival de baile, en los que los mejores bailarines del país nos enseñan los bailes clásicos. Además de los templos, podemos pasar un día agradable comiendo en la cascada de los Pandavas, a 30 km. de Khajuraho, o en el Parque Nacional de Panna.

JHANSI: Esta ciudad, originariamente amurallada, ha crecido alrededor de un fuerte el cual está coronado por una importante formación rocosa. Jhansi se encuentra en uno de los enlaces más importantes de carretera y ferrocarril del país. Aquí se pueden visitar museos con antigüedades regionales de terracota, bronce, esculturas, manuscritos, pinturas, monedas de oro, plata y cobre.

CALCUTA: es conocida como “la ciudad de la alegría” y es la capital cultural de la India, dónde está la mayor concentración de artistas. Es el  lugar perfecto para aquellos que buscan la auténtica cocina india oriental, tiendas baratas, lugares históricos y el patrimonio colonial;  su máxima expresión es el Victoria Memorial. En su interior hay un museo documental sobre la historia de la ciudad. También podremos contemplar las estrellas en el Planetario de Birla, donde creerás estar bajo las estrellas en una noche clara. El imponente Fuerte William es digno de admiración también, mientras que la evocadora institución de la Madre Teresa de Calcuta, Mother Teresa Ashram, te recordará las necesidades a las que se tiene que enfrentar mucha gente.
 En la Calcuta moderna podremos  visitar el gigantesco estadio de cricket Eden Gardens, el segundo del mundo en tener 100.000 asientos. También te sorprenderás con el puente Howrah, que conecta dicha ciudad con Calcuta. El Jardín Botánico de Calcuta  es un lugar extraordinario que hipnotiza. Con una extensión de 109 hectáreas, posee una amplia variedad de plantas. Y cómo no la gótica Catedral de San Pablo.